La Economía Digital incl. Definición, Impacto y Futuro Explicados

Desentrañar la economía digital y comprender por qué esta transformación es tan revolucionaria

Comprende el poder transformador de la economía digital, su impacto en las empresas, la sociedad y las futuras tecnologías que están remodelando nuestro mundo.

En menos de 100 años, nuestro mundo ha cambiado por completo. Gracias a las tecnologías informáticas e Internet, el mundo se ha interconectado y el concepto de «economía digital» se ha convertido en un motor clave del crecimiento económico y el cambio social. Esencialmente, la economía digital se refiere a las actividades económicas que resultan de los miles de millones de conexiones o transacciones diarias en línea y de las transferencias de datos entre personas, empresas, dispositivos, datos y procesos. Y la Economía Digital ya es enorme, crece rápidamente y está inextricablemente ligada al futuro de la humanidad.

La comprensión de la economía digital para todos es importante, porque tiene una dinámica diferente, presenta otras limitaciones y muchos aspectos nuevos del funcionamiento de una economía. Ya sean individuos, empresas y gobiernos, todos deben comprender estos mecanismos e implicaciones.

En este artículo, explicaremos el concepto de economía digital y arrojaremos luz sobre su impacto en las empresas y la sociedad. Así que echemos un vistazo a la «economía paralela» y atrevámonos también a echar un vistazo al futuro.

¿Qué es la economía digital?

La economía digital (engl. Digital Economy) engloba todas las actividades económicas que dependen de las tecnologías digitales o son posibilitadas por ellas. Incluye no sólo los sectores tradicionalmente considerados «tecnología», «Internet» o «software», como el desarrollo de software o los centros de datos, sino también las innumerables formas en que se utilizan las herramientas digitales en otras industrias: desde la banca online a la electricidad y desde el marketing digital a la automatización logística.

La economía digital también está revolucionando los modelos empresariales tradicionales y cambiando el comportamiento de los consumidores. Con el auge del comercio electrónico, la comodidad de las compras en línea ha redefinido el comercio minorista, afectando a las cadenas de suministro, y las redes sociales también han cambiado las estrategias de marketing y nuestro comportamiento como consumidores. El trabajo a distancia, posibilitado por las herramientas digitales, está cambiando la propia naturaleza del trabajo y, a su vez, las cadenas de valor mundiales.

Sin embargo, es importante señalar que la economía digital no es lo mismo que la economía de Internet. Esta última se refiere específicamente a las actividades económicas realizadas a través de Internet. En cambio, la economía digital engloba no sólo la economía de Internet, sino también una gama más amplia de actividades que son posibilitadas o transformadas por las tecnologías digitales (transformación digital), aunque la transacción final no tenga lugar en línea.

Algunas de las tecnologías fundacionales que han hecho posible la economía digital son

  • Internet: La red global que es Internet es la base de la economía digital, ya que permite la transmisión instantánea de datos por todo el mundo y es, con diferencia, el conjunto de tecnologías más disuptivo hasta la fecha. Cabe señalar que se trata de una combinación de miles de tecnologías que permiten las conexiones, el encaminamiento y el transporte de datos entre todos los dispositivos.
  • Dispositivos móviles: Con el auge de los teléfonos móviles y los ordenadores personales como puerta de entrada a la economía digital, muchos más usuarios tuvieron acceso a servicios digitales en cualquier momento y lugar, y también se habilitaron nuevos modelos de negocio digital.
  • Internet de las Cosas (IoT): Los dispositivos IoT, desde electrodomésticos inteligentes a sensores industriales, recopilan y transmiten datos, permitiendo servicios digitales más inteligentes y automatizados.
  • Computación en la nube: Las plataformas en la nube proporcionan acceso escalable y bajo demanda a recursos informáticos, lo que permite a las empresas ofrecer servicios digitales complejos sin invertir en grandes infraestructuras.
  • Inteligencia Artificial (IA): La IA utiliza algoritmos avanzados y cantidades masivas de datos para simular la inteligencia humana, permitiendo desde recomendaciones personalizadas hasta vehículos autónomos. Actualmente estamos asistiendo a un gran revuelo en torno a la IA generativa, que cambiará fundamentalmente la economía en torno al arte, el contenido y el diseño.
  • Big Data y Analítica: La recopilación, almacenamiento, análisis y uso de grandes datos permite a las empresas obtener información («Insights«), utilizar los datos para la toma de decisiones basada en datos y ofrecer nuevos servicios digitales.

Impacto de la economía digital en las empresas y la sociedad

Si nos fijamos en las cifras y el impacto puros, podemos decir que la economía digital es francamente revolucionaria y ha desencadenado cambios generalizados tanto en el mundo empresarial como en la sociedad en general.

Un buen ejemplo es la aparición del comercio electrónico por sí solo. Se calcula que las ventas mundiales de comercio electrónico superarán los 6,3 billones de dólares sólo en 2023 (Fuente). Y esta cifra está lejos de alcanzar el punto de inflexión, ya que ni siquiera una de cada cuatro personas en el mundo utiliza el comercio electrónico o tiene acceso a él (Fuente).

Una visión mucho más interesante además del comercio electrónico es cuando observamos la aparición de modelos de negocio digitales que están perturbando y a veces incluso desplazando a los modelos de negocio tradicionales. A todo el mundo le encanta el ejemplo de Uber, que ha puesto patas arriba el sector del taxi sin poseer un solo vehículo, o Netflix, que ha revolucionado el sector del entretenimiento con sus servicios de streaming y prácticamente ha eliminado al gigante «Blockbuster» con todas sus tiendas. Además de nombrar estos casos de uso estándar de las disrupciones digitales, una cosa es segura: estas empresas destacan en el uso de las tecnologías digitales para ofrecer un valor superior a sus clientes y alcanzar una escala sin precedentes gracias a la escalabilidad exponencial de las plataformas digitales y los ecosistemas digitales que construyeron.

Como ya hemos dicho, nosotros, los consumidores, también hemos cambiado mucho. La experiencia del cliente también ha evolucionado con la llegada de las experiencias omnicanal. Ahora hablamos de una «economía de la atención» en la que anunciantes, empresas y aplicaciones se disputan el tiempo que el consumidor pasa en la pantalla (ya que se trata de un recurso limitado). Así que cada vez más modelos de negocio evolucionan en torno a la combinación de interacciones online y offline. Hoy en día, un cliente puede descubrir un producto en la página de una marca en las redes sociales, comprarlo en el sitio de comercio electrónico, y luego recogerlo en una tienda física, conectarlo con sus aplicaciones, compartir experiencias con sus amigos… todo ello sin perderse ni un momento.

Y con todas estas técnicas para captar la atención, las empresas se ven obligadas a utilizar las tecnologías digitales. Ya sea para impulsar la eficiencia operativa, ofrecer mejores servicios, suministrar productos más «llamativos» o simplemente mejorar el servicio al cliente. Pero también nosotros nos vemos obligados a adaptarnos a esto. Nuestra vida sentimental está controlada por algoritmos y, debido a las mejores opciones, ya no queremos conexiones personales o elegimos a nuestra pareja romántica como si fuera un producto en amazon.

Sin embargo, la transición a la economía digital no ha sido fácil para todos. Ciertas industrias tradicionales han experimentado importantes perturbaciones porque no se han adaptado y el ritmo de la tecnología era a veces demasiado rápido para reaccionar a tiempo. Sabemos cómo acabó hace mucho tiempo para Kodak; ahora imagina lo rápido que se convierte en un problema para una empresa cuando algo como Threads de Meta o ChatGPT de OpenAI llega a tener más de 100 millones de usuarios en sólo unos días o semanas.

No importa cómo queramos ver el impacto de la tecnología en las empresas, la sociedad y nosotros mismos: en la economía digital, la adaptabilidad y la innovación son fundamentales para la supervivencia y el éxito.

Características clave de la economía digital

Entonces, ¿cuál es realmente la diferencia entre la economía tradicional y la economía digital? He aquí algunas de las características y diferenciaciones clave:

  • Movilidad de la información y de las funciones empresariales: La economía digital no está limitada por fronteras físicas. La información, los servicios y las transacciones empresariales pueden compartirse instantáneamente a través de las fronteras. Esta movilidad abre oportunidades globales y permite a las empresas operar y competir a escala internacional.
  • Flujos globales de datos: Los flujos globales de datos, es decir, la transmisión de información a través de Internet, constituyen la base de este comercio digital. Esto significa que los bienes no físicos, como los servicios digitales, por ejemplo el almacenamiento en la nube o la transmisión de vídeo, también pueden ofrecerse a escala mundial.
  • Servicios en tiempo real y a la carta: La economía digital se nutre de la mentalidad del «ahora mismo». Los consumidores esperan respuestas en tiempo real y servicios que estén disponibles bajo demanda y puedan utilizarse cuando queramos. Así podemos pedir comida que estará en nuestra puerta en un abrir y cerrar de ojos, o ver en streaming las películas que nos apetezca ver en este mismo momento. Sin horarios ni limitaciones físicas.
  • Dependencia del análisis de datos y los algoritmos: Los datos son la savia de la economía digital. La capacidad de recopilar grandes cantidades de datos, analizarlos y utilizarlos para la optimización permite a las empresas obtener información, mejorar la toma de decisiones o permitir la personalización, por ejemplo. Merece la pena mencionar que los algoritmos constituyen la base para obtener información real a partir de los datos.
  • Efectos de red y modelos de negocio basados en plataformas: Las plataformas digitales son un fenómeno de la economía digital. Se basan en un efecto que sólo es posible en esta medida digitalmente: el efecto de red. El efecto de red describe que el valor de un servicio aumenta cuando más personas lo utilizan. Las plataformas de redes sociales, los viajes compartidos y los mercados de comercio electrónico son ejemplos de este modelo, porque cuantos más usuarios hay, más proveedores hay, y esto a su vez conduce a mejores ofertas y más usuarios.
  • Economía colaborativa y trabajo a distancia: La economía digital también ha permitido nuevas formas de trabajo. Un fenómeno de la economía digital es el llamado «gig work» -trabajos autónomos, a menudo temporales-, cada vez más frecuente gracias a las plataformas digitales que ponen en contacto a trabajadores con empleadores. Así que no sólo se ofrecen bienes físicos y digitales o se vende información, sino que la mano de obra puede ofrecerse sin fronteras, cambiando también los precios. El trabajo Gig también ha hecho que los salarios de la programación y la ingeniería de software puedan ajustarse globalmente.
  • Personalización: Gracias a la analítica de datos, la economía digital permite un alto grado de personalización, personalización que no sería posible en la economía tradicional de esta forma o a costes poco realistas. Los servicios pueden adaptarse a las preferencias individuales, desde recomendaciones personalizadas de productos en Amazon hasta itinerarios de aprendizaje individualizados en las plataformas de educación digital.

Habilidades necesarias para la economía digital

La economía digital está cambiando mucho y, como hemos aprendido antes, ya ha cambiado mucho nuestra economía y nuestra sociedad. Así que no debería sorprendernos si digo que esto también requerirá un cambio fundamental en las habilidades y actitudes necesarias para tener éxito en un mundo en el que las tecnologías desempeñan un papel dominante en nuestras vidas, en los negocios y en la sociedad. He aquí algunos retos clave en los que centrarse:

  • Agilidad e innovación continua: En la vertiginosa economía digital, la capacidad de adaptarse e innovar rápidamente es primordial. Las empresas, los individuos e incluso las naciones deben fomentar una cultura de aprendizaje y experimentación, en la que se alienten las nuevas ideas y los fracasos se consideren oportunidades para aprender y mejorar. En este sentido, el «fracasa rápido» de Silicon Valley es un concepto con el que muchos deberían comprometerse.
  • Toma de decisiones basada en datos: Dado el papel fundamental de los datos en la economía digital, la capacidad de comprender y utilizar los datos para la toma de decisiones es imprescindible. Esto incluye no sólo habilidades técnicas como el análisis de datos, sino también la capacidad de formular las preguntas correctas y tomar decisiones estratégicas basadas en la perspectiva de los datos, por lo que no es de extrañar que las organizaciones impulsadas por la perspectiva de los datos ya tengan mucho más éxito que sus homólogas.
  • Centrarse en el cliente: la economía digital ofrece nuevas oportunidades para comprender a los clientes e interactuar con ellos. Las empresas y los estados deben adoptar un enfoque centrado en el cliente y utilizar herramientas digitales para ofrecer experiencias personalizadas y relacionarse con los clientes de forma significativa. También es importante entender aquí que ya lo exigen los clientes/usuarios.
  • Alfabetización digital y desarrollo de habilidades: Todo el mundo habla de «alfabetización digital»: en pocas palabras, es simplemente la capacidad de utilizar, comprender y trabajar con tecnologías digitales. Por supuesto, estas «habilidades del futuro» son la base de la economía digital. Las generaciones más jóvenes, en particular, ya no ven estas habilidades como algo especial, al haber crecido en un mundo digital. No obstante, es importante que las empresas inviertan en formación en competencias digitales para garantizar que todos los empleados puedan utilizar las herramientas digitales con eficacia, comprendan el impacto de las tecnologías, pero también las oportunidades que se esconden tras ellas, y, por supuesto, estén informados sobre las últimas tendencias digitales. Sin embargo, hay que tener cuidado con el tratamiento de los «temas hype». Porque los efectos de red no sólo pueden crear rápidamente plataformas, sino también difundir rápidamente falsas promesas de marketing.

Las tecnologías emergentes darán forma a la economía digital en el futuro

Las tecnologías emergentes darán forma al futuro digital y, como un catalejo, volverán a acelerar la velocidad y la adaptación a una economía digital. Estas 4 tecnologías en particular están preparadas para cambiar el mundo (digital) una vez más:

  • Inteligencia Artificial y Aprendizaje Automático: La inteligencia artificial, como el aprendizaje automático, el aprendizaje profundo o las redes neuronales, sigue evolucionando y desempeñará un papel cada vez más central en la economía digital. Son clave para obtener información de las enormes cantidades de datos que ya generan las actividades digitales y pueden automatizar tareas cada vez más complejas, hacer predicciones y, pronto, controlar sistemas autónomos y robots. Hasta ahora, estos modelos siguen siendo limitados y es necesario encontrar nuevas formas de desarrollar dichos algoritmos para alcanzar el objetivo de la «Inteligencia Artificial General (IAG)», capaz de inteligencia y comprensión de nivel humano.
  • Realidad Virtual/Realidad Aumentada (RV/RA) o «El Metaverso»: Estas tecnologías inmersivas pueden crear experiencias totalmente nuevas para los consumidores y abrir aplicaciones empresariales innovadoras. Industrias enteras pueden transformarse gracias a estas experiencias virtuales, nosotros también gracias a la aparición de mundos virtuales. Si pensamos aún más allá, en el futuro también puede surgir un mundo paralelo con su propio sistema financiero y económico. Hablamos del metaverso que, como concepto, permitiría que gran parte de nuestra economía y sociedad se desarrollara en un espacio completamente digital.
  • La informática cuántica: Siendo totalmente realistas, la informática cuántica está aún en pañales. Sin embargo, podría ser uno de los mayores logros de nuestro tiempo, ya que aporta la posibilidad de resolver problemas que están fuera del alcance incluso de los ordenadores clásicos más potentes. Esto podría revolucionar campos como la criptografía, la medicina, la ciencia de los materiales y la modelización compleja de las sociedades. También sería posible hacer predicciones perfectas sobre las personas a partir de la ingente cantidad de datos o habilitar complejos mundos virtuales 3D interconectados, como el Metaverso.

Retos políticos y normativos

A medida que la economía digital sigue evolucionando, también lo hace la necesidad de medidas políticas y reguladoras eficaces. Esto se debe a que hemos aprendido que la economía digital no conoce fronteras, evoluciona exponencialmente rápido y también tiene muchísimo poder sobre los individuos a través de los datos y su análisis. Mientras que los gobiernos de todo el mundo confían ahora más en los servicios digitales y construyen ellos mismos plataformas gubernamentales digitales, cada vez son más las organizaciones e instituciones que también regulan o controlan mejor la economía digital:

  • La privacidad y la seguridad de los datos: El tema que inmediatamente surge en primer lugar con «digital» es la privacidad. Con el aumento de la recopilación y el uso de datos personales, proteger la privacidad y garantizar la seguridad de los datos es una preocupación importante, por lo que muchos países también quieren proteger a sus ciudadanos. Normativas como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la UE han establecido nuevas normas, y otros países ya están siguiendo el ejemplo con sus propias normativas.
  • Normas de competencia para los gigantes tecnológicos: Los gigantes tecnológicos desempeñan un papel importante en la economía digital y ahora representan una parte significativa de la economía mundial. Sin embargo, su enorme tamaño y poder han suscitado preocupación por las prácticas contrarias a la competencia. Los reguladores de todo el mundo están estudiando medidas para reforzar la competencia y evitar el abuso de poder en el mercado. También aumentan los llamamientos para que los reguladores regulen mejor estas plataformas y empresas.
  • Fiscalidad de las transacciones digitales: A medida que la actividad económica se desplaza a Internet, los métodos fiscales tradicionales basados en la presencia física son cada vez menos eficaces. Los responsables políticos se enfrentan a la cuestión de cómo gravar las transacciones digitales de forma justa y eficaz. Iniciativas como los esfuerzos de la OCDE por desarrollar un enfoque global para gravar las transacciones digitales están ayudando. Aun así, incluso con enfoques como el metaverso, donde puede surgir una economía digital completamente desacoplada, existen algunos retos.
  • Acceso universal a Internet y equidad digital (global): El acceso a las tecnologías digitales y a las habilidades para utilizarlas eficazmente -lo que a menudo se denomina equidad digital- es una preocupación clave. Es probable que los responsables políticos se centren en mejorar la infraestructura digital, formar en competencias digitales y eliminar otros obstáculos al acceso para garantizar que todos puedan participar en la economía digital. Por ejemplo, en la actualidad sólo 1/4 de la población mundial tiene acceso al comercio electrónico, y la mayoría de las personas aún no tienen acceso a Internet o a los servicios digitales. Esto puede crear una brecha digital global que se profundice a medida que la tecnología se hace más sofisticada.
    Regulación de las tecnologías emergentes: A medida que nuevas tecnologías como la IA, la cadena de bloques y la 5G se hagan omnipresentes, se necesitarán nuevas normativas para gestionar los riesgos y garantizar un uso ético. Éstas podrían abordar cuestiones como la parcialidad de la IA, la legalidad de blockchain para las transacciones anónimas y garantizar la seguridad de las plataformas digitales o las identidades digitales. Por tanto, los gobiernos deben responder hoy a cuestiones que pueden convertirse rápidamente en un problema mañana.

Conclusión

Sólo estamos al principio de la economía digital. Impulsada por los rápidos avances tecnológicos, se producirán innumerables cambios y oportunidades. Ya estamos viendo un nuevo mundo de modelos de negocio y un comportamiento del consumidor que cambia globalmente. Nuestras relaciones y nuestro tiempo libre se han adaptado rápidamente a esta economía digital y nos enfrentamos a muchos retos personales, como sociedad, como empresa y también éticamente.

La economía digital requiere una nueva forma de pensar, incluido un cambio en nuestras habilidades, mentalidad y enfoque del trabajo y los negocios. Las empresas que quieran triunfar en esta nueva economía no sólo deben adoptar las tecnologías digitales, sino también fomentar una cultura de agilidad, innovación y orientación al cliente. La mentalidad basada en los datos ya no es opcional, sino un aspecto esencial para seguir siendo competitivo en el mundo digitalizado de hoy y no quedarse obsoleto.

También nos enfrentamos a muchos avances tecnológicos que volverán a redefinir completamente nuestro mundo. Ya sea la IA, la computación cuántica u otras 1000 tecnologías, todas tienen el potencial de cambiar industrias enteras en pocos años. Esto también tendrá un gran impacto en la política y la regulación, ya que también tenemos que encontrar soluciones sobre cómo tratar la privacidad, la libre competencia, la fiscalidad justa, la justicia digital y la regulación de la tecnología. Sólo evolucionando juntos podremos garantizar que se comparten los beneficios de la economía digital y se gestionan los riesgos potenciales.

Benjamin Talin, a serial entrepreneur since the age of 13, is the founder and CEO of MoreThanDigital, a global initiative providing access to topics of the future. As an influential keynote speaker, he shares insights on innovation, leadership, and entrepreneurship, and has advised governments, EU commissions, and ministries on education, innovation, economic development, and digitalization. With over 400 publications, 200 international keynotes, and numerous awards, Benjamin is dedicated to changing the status quo through technology and innovation. #bethechange Stay tuned for MoreThanDigital Insights - Coming soon!

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