La digitalización es una obviedad: ¡fuera el mundo digital!

En el fondo, la digitalización es completamente lógica. Sigue vigente la Ley de Moore, según la cual todos los procesos digitales se ejecutan aproximadamente el doble de rápido cada dos años, con el mismo coste. Esto ni siquiera tiene en cuenta la aceleración mediante mejores arquitecturas de hardware… En otras palabras, todo lo que se ejecuta digitalmente se volverá más rápido y más barato sin ninguna intervención por nuestra parte.

¿Pero qué significa esto en términos concretos? Todo lo que se digitaliza, se digitaliza. Externalizar los datos a la nube, digitalizar completamente los procesos, la documentación digital (idealmente con RV), desarrollar productos físicos en el gemelo digital y sólo imprimirlos, sin importar en qué parte del mundo. ¿O por qué no dejar que el cliente lo haga todo y sólo proporcionar la plataforma? ¿O al menos el trabajo en grupo? ¿Y si también externalizamos la logística y la producción mejor? Al final, lo único que queda es el trabajo creativo. Vale, vale – eso es un poco exagerado ahora. Pero ayuda a afinar la vista.

Generar un plan a partir de la resistencia: ¿cómo consigo que mi gente se sume?

De nuevo, en relación con el «la gente no está detrás de todo» mencionado al principio: Vengo de la gestión clásica de proyectos y hay un truco sencillo para dar la vuelta a la resistencia. Cuando tienes que poner en marcha un plan de proyecto, lo primero que te preguntas es «¿Por qué no funciona todo esto?» o «¿Qué me impide alcanzar el objetivo del proyecto?». Las respuestas y la visión que se obtiene, a partir de estas preguntas aparentemente sencillas, es asombrosa: la resistencia -ya sea la mía o la de todo un equipo- no es, en última instancia, más que la experiencia de lo que puede salir mal. Y eso es lo que hay que saber para construir un plan. No dudes en probarlo por ti mismo: Funciona tanto en tu pequeño cosmos como en grandes equipos, departamentos o entre departamentos.

Volver a la digitalización: Lo más fácil es reunir a todos los actores clave en una sala y establecer la siguiente tarea:

«A partir de mañana, queremos gestionarlo todo digitalmente (ver arriba), nada más físico, todo en digital». ¿POR QUÉ NO PUEDE FUNCIONAR?»

Las consideraciones y los argumentos de por qué no funciona se escriben en tarjetas (en aras de la digitalización, es mejor hacerlo en un tablero de tareas virtual) y las tarjetas se clasifican según el tamaño del obstáculo. Y ahí tienes una lista priorizada de cosas que hay que hacer o evitar para llegar a ser totalmente digital. Pero cuidado: puede sumar fácilmente entre 150 y 350 obstáculos. Pero si vas paso a paso, tampoco hay problema.

¿Cómo funciona ahora la aprobación?

¿Por qué el consentimiento? Está ahí desde hace mucho tiempo. En la forma de los actores clave. Si ves a los actores clave, incluidas sus preocupaciones originales, no como resistencia, sino como actores clave con la experiencia necesaria, el nudo se desata como por arte de magia. En la empresa, todos los días se desata el infierno, pero los actores clave acuden todos los días e impulsan la empresa. ¿Y por qué? Sencillamente porque son fieles a su empresa e invierten toda su energía en mantenerla en funcionamiento. De lo contrario, ya se habrían ido… Los actores clave también saben muy bien que el tiempo no avanza sin cambios, sin la voluntad de cambiar. Esto también deja claro por qué apoyarán la digitalización. El próximo Tesla o el próximo Amazon ya han sido fundados. Y todo el mundo tiene claro que tiene sentido ir por delante en lugar de por detrás.

Pero hay algo aún más interesante: los actores clave son portadores de conocimiento, es decir, los que saben cómo funciona algo o cómo resolver un problema más rápidamente. Se incorporaron a la empresa hace mucho o poco tiempo porque quieren ser creativos, desarrollar ideas y utilizarlas para impulsar la empresa. Si se eliminan todas las tareas mecánicas y repetitivas en el curso de la digitalización, habrá más tiempo para lo esencial: para la creatividad, para las ideas y su aplicación. La idea central es, por tanto, bastante sencilla:

«La digitalización permite a cada individuo hacer más de lo que siempre ha querido hacer».

¿Cómo se come el elefante (de la digitalización)?

Una vez obtenida la aprobación y clasificados los posibles problemas por su criticidad en la mesa (virtual), el siguiente paso es trabajar en ellos: Hay que encontrar soluciones para cada uno de los problemas. Y los actores clave no lo serían si no tuvieran ya la solución preparada, o al menos el deseo de encontrarla. Lo bueno es que cada solución adicional encaja con las demás para formar un plan amplio, práctico y bien pensado. Pero hay que ir paso a paso: El elefante no se come de una sola vez, sino en rodajas.

Resumen

Por supuesto, el artículo simplifica algunos aspectos. Pero el concepto es universalmente válido: Si quiero conseguir algo, tengo que conocer mis obstáculos. Tengo que «desafiar» la solución y no a las personas. Porque son ellos los que quieren hacer avanzar algo.

Sólo queda una pregunta: ¿De dónde salen los recursos para aplicar todo esto? ¿De dónde sacar, si no es robando? Para la solución, véase «¡El truco del cuello de botella!«.

Wolfram Müller

Founder of BlueDolphin – the first international community for supporting self-organized changes. As Senior expert for high-performance/high-speed agile transformations at Consileon and former head of PMO of 1&1 Internet, GMX, and web.de, he brought over 500 digital innovations to life. He has always questioned the speed and productivity of organizations – and integrated classic project management with Agile since the beginning. As an international keynote speaker, author of many books about hyper-productivity, and consultant for breakthrough performance increases – Wolfram is known to bring flow to organizations and the sparkling back into the employees’ eyes.