De lo digital al X-Day – Reuniones analógicas para la creación de comunidades
Formularios de reuniones analógicas como herramientas para compartir conocimientos y crear confianza
El artículo toma como punto de partida lo que la transformación digital está haciendo en la sociedad. Los profundos cambios en los que nos encontramos son difícilmente comprensibles para el individuo. Por ello, es necesario el intercambio analógico y el aprendizaje mutuo. Los individuos se reúnen cada vez más en lugares reales donde pueden encontrarse y, en intercambio con otros, dominar la transformación digital e identificar espacios de acción. Un espíritu de apertura caracteriza el intercambio y el aprendizaje de y con los demás. Han surgido formas sencillas y repetibles que pueden aplicarse sin esfuerzo: por ejemplo, los X-Days.
Estimados lectores Hoy me gustaría presentarles lo que la digitalización nos está «haciendo», y lo que podemos hacer al respecto. Bien entendido: podemos hacer algo para mantener la cabeza alta en medio de la vorágine de lo digital. Y sin embargo, podemos y debemos beneficiarnos de la transformación digital e inspirarnos para hacer algo nuevo. Pero sin sentirnos a merced de ella.
Seguro que conoces los datos clave de la actual transformación digital:
- Las acciones se trasladan al espacio digital: usamos los smartphones y las apps.
- La fidelización de los clientes mediante el seguimiento y la recopilación de información determinan nuestro comportamiento de compra digital. Así lo demuestra el auge del comercio minorista online.
- Han surgido nuevos modelos de negocio (digitales) que dejan obsoletos a los productos y fabricantes convencionales: ¿quién conoce todavía a Kodak, la otrora poderosa empresa de tecnología fotográfica mundial?
Sólo aquellos que gestionen con éxito la transformación seguirán en el mercado el día de mañana: así es como haufe umantis ha gestionado el cambio; igualmente fuji: ambos grupos han sacado adelante nuevos productos y métodos de fabricación y uno nuevo. Se han alejado de la fotografía tradicional y de la impresión tradicional en papel.
Para hacer tangible el cambio en el que nos movemos, me gusta referirme a una perspicaz exposición de lo que la digitalización está cambiando ahora en nuestro mundo. Para ello me remito a un libro importante, pero escrito en alemán puramente sociológico, del profesor Armin Nassehi de la Universidad de Múnich (Muestra: Teoría de la sociedad digital, C.H. Beck, Múnich 2019). Nassehi es uno de los nuevos sociólogos que intenta analizar en profundidad este cambio social.
Index
Lo que dicen los sociólogos
Resumido en el pesado alemán de los sociólogos, su análisis es el siguiente:
- Las rutinas convencionales, como la fijación de precios, se suspenden porque los clientes averiguan los mejores precios en los portales de precios.
- La digitalización está llevando a que los modelos de negocio convencionales se vean socavados. UBER en lugar de los taxis. GoogleAds en lugar de los anuncios de los periódicos. Empresas antaño poderosas como Kodak desaparecen por completo si no consiguen reinventarse.
- La vinculación de datos permite un beneficio diferente al de exponerlos en su contexto original. La vinculación de datos permite una comunicación más específica para un fin concreto. Estos datos pueden revelar patrones de nuestras acciones que saben más de nosotros de lo que nos gustaría. Se plantea la cuestión de qué es lo que seguimos decidiendo por nosotros mismos (sin que nos influyan los datos generados a partir de nosotros y para nosotros).
- Con un uso de los datos relacionado con el objetivo (incluso de los datos de acceso público), se pueden manipular las opiniones de forma selectiva mediante el establecimiento de temas, actividades de (des)información, etc. Véanse los debates sobre la influencia en las elecciones.
- Dado que los datos «logran algo» por sí mismos, es decir, su explotación automatizada, el valor del trabajo del ser humano productivo individual disminuye. Esto tiene implicaciones para el mundo del trabajo y los sistemas sociales existentes.
- Además: las investigaciones científicas pueden resultar superfluas si los datos llegan a nuevas conclusiones por sí solos.
- Pero: las decisiones automatizadas también pueden ser «erróneas», por ejemplo, si los datos de entrada son defectuosos o un algoritmo está «equivocado». Esto lleva a debates totalmente nuevos y, en última instancia, a la cuestión de la ética en el tratamiento de los datos.
¡Bienvenido al nuevo mundo de la nueva confusión!
Algunos puntos exigen una aclaración para el conjunto de la sociedad (introducción de una renta básica, por ejemplo) o una regulación (garantizar en gran medida la protección contra el mal uso de los datos). En la vida cotidiana, sin embargo, se trata de reflexionar, y los individuos también están llamados a reinventarse. ¿Sigo siendo comercializable con mi plantilla? ¿Puede nuestra organización moverse con éxito en el nuevo mundo digital (se aplica a las ONL)? ¿Cómo podemos seguir logrando la productividad en el futuro?
El entorno de trabajo real cuenta cada vez más
De hecho, muchas cosas se trasladan «a la red», pero no necesariamente todo. Hay un ámbito que queda excluido de esto. Hay una añoranza de lo analógico, de la reunión genuina, de sentir a la gente y de escuchar íntimamente.
Desde hace algún tiempo, hay una tendencia a rediseñar los lugares de trabajo; a permitir más unión, a acortar las distancias. Esto está impulsado por el deseo de reunir a las personas y también de acercarse a la necesidad humana de intercambio: Se podría llamar a esto una especie de rehumanización del mundo laboral: Se satisface tanto la necesidad de descanso como la de intercambio. Lo que siempre es importante aquí es el lugar específico en el que se reúnen las personas: esto se pone de manifiesto en la gran importancia de las estaciones de café, los nuevos mundos de las oficinas en las grandes empresas. Esto llega hasta el campus de Novartis, donde es algo natural y bienvenido visitar los numerosos cafés interiores y exteriores. En muchas empresas se han creado «arenas» y «mercados» internos donde se reúne la gente. Una parte de esto – a menudo – es que este tiempo se considera tiempo de trabajo. Pero esta tendencia también se mantiene fuera de la empresa individual. Prueba de ello son los entornos de co-working, casi en auge, que surgen cada vez más, no sólo en las ciudades, sino también en las zonas rurales. ¿Qué más puede desear un hombre o una mujer? Trabajar con alguien. Hablamos, pues, de la creación de comunidades. Estas se inician a menudo en línea (se anuncian, se presentan nombres y perfiles), pero el colofón en cada caso es la reunión real, donde a menudo hay un poco de ambiente de fiesta, con aperitivos y bebidas.
La escena de las start-ups y los foros de promoción de la innovación, en particular, también trabajan con esta forma de comunidad. La rápida difusión de aplicaciones de reserva como «meet-up» y «Event-Pride» también da fe de ello. En ellas, uno puede inscribirse sin esfuerzo y, sobre todo, registrarse con intereses y encontrar «su» comunidad. Una especie de fusión de los servicios de «LinkedIn» y «Facebook» con el objetivo declarado de reunirse físicamente, es decir, análogamente
De la vida cotidiana digital al escalofrío analógico
¿Qué se hace allí? En estas reuniones se conoce a gente nueva. Por regla general, y con la mayor frecuencia posible, siempre gente nueva. De ahí las etiquetas con el nombre y la cultura generalizada del «tú». La idea es facilitar el contacto. El proceso de reunirse se hace lo más sencillo y sin umbrales posibles. Una sala de reuniones suele ser una oficina, por supuesto, de colaboración. Las sillas se colocan allí sin complicaciones, o una sala de un foro ya existente sirve de lugar de reunión. Por ejemplo, uno de los muchos hubs de impacto, una red mundial de incubadoras de innovación donde la gente se reúne, las startups se reúnen y existe un espacio de reunión. Suelen estar financiados por terceros, como fundaciones, etc. Para utilizar el espacio existente, a menudo estos lugares se pueden utilizar de forma gratuita o por una pequeña cuota. La norma es que uno lleve su propio catering y que el esfuerzo sea mínimo: Los platos se guardan, los muebles se colocan en su sitio. Al igual que en el sector privado, no suele haber cuota de entrada o se mantiene baja. El menor número de obstáculos posible, la mayor comunidad posible. No hay un requisito de asistencia regular: se acude cuando se está interesado. Los administradores o moderadores actúan de forma voluntaria y éstos dan un marco mínimo como un tema. Enfoque ágil para los participantes – venir, probar, volver o no volver está bien.
Sólo hay unas pocas reglas, pero hay que seguirlas.
- Todo el mundo está dispuesto a hacer una contribución. Es decir, uno se «muestra». Al menos en la medida en que explique qué interés especial aporta a esta tarde/almuerzo/madrugada.
- La participación espontánea es bienvenida: uno contribuye con su propio contenido y experiencia. Se comparte.
- Una charla o aportación «principal» da paso a un intercambio de temas. Estas aportaciones suelen ser gratuitas.
- Lo que se habla es confidencial y se trata con los demás de forma propicia: no se piden límites ni rechazos ni mandoneos (yo sé más), sino intercambio, apertura a lo nuevo, aprendizaje.
X-Day como formato de conferencia
Los X-Days son una forma especial de reunión de la comunidad analógica. Al igual que gran parte de lo que estamos hablando aquí, tienen su origen en el desarrollo informático. Sin embargo, ahora se han popularizado mucho más allá de eso, pero siguen siendo bastante poco conocidos.
Cómo funciona un X-Day
Anuncie: La invitación es lo más amplia posible. Es decir, en toda una unidad u organización.
Espacio: El espacio de reunión donde comienza el X-Day debe ser lo más amplio posible, pero puede ser en gran medida informal. Un vestíbulo o una cafetería con algo de espacio serán suficientes. Habrá mucha gente sólo al principio, luego los interesados irán a los talleres; los que ya lo hayan visto irán a trabajar normalmente.
Organización y otros espacios: lo que se necesita es una variedad de lugares donde puedan reunirse pequeños grupos. Estos también pueden ser en gran medida informales.
Contenidos: La clave está en que no hay que preparar prácticamente ningún contenido. Las personas actúan de forma rápida y ágil. Las personas organizadoras preparan al principio (en la sala más grande) rotafolios u otras plantillas con las salas disponibles y los tiempos de duración de cada taller. El resto es fácil: todos los participantes que quieran contribuir (¡compartiendo!) escriben lo que quieren ofrecer y cuándo. Los contenidos son completamente libres. Van desde la discusión de un nuevo software, la declaración de la misión y posibles nuevas implementaciones hasta temas blandos o la discusión de aficiones, es decir, habilidades especiales y pasiones. En los X-Days también se organizan grupos de teatro de improvisación, talleres de reparación de bicicletas y talleres sobre aprendizaje electrónico y cuestiones de liderazgo.
Los discursos de entrada opcionales o las reuniones de cierre (con aperitivos/bebidas) pueden constituir el marco.
Además del intercambio diario en la empresa, estas formas analógicas constituyen cada vez más la base de una convivencia familiar, donde las personas se muestran, se ayudan y aprenden unas de otras. El objetivo es la valoración del individuo y la creación de valor para todos. Un bonito avance en la vorágine de la transformación digital. ¡Pruébalo!
The motto is: we are IN THE CHANCE – BE the change.
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